No se orienten hacia la Qiblah (la orientación hacia Meca) mientras defequen u orinen, ni le den la espalda, orientense hacia el este o el oeste. Si un perro bebe de un recipiente de alguno de ustedes, que lo lave siete veces. Yo solía segregar líquido preseminal con frecuencia, pero por pudor no le pude preguntar al Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, por ser el marido de su hija. Así que le pedí a Miqdad Ibn Al-Aswad que le preguntara y lo hizo. El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le contestó: debe lavar su miembro y hacer la ablución. Cuando el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, entraba a hacer sus necesidades fisiológicas, le llevábamos, otro sirviente y yo agua, en un odre pequeño, con el que se lavaba para purificarse y un palo con el que ponía algo para cubrirse de la vista. Llegó un beduino y se puso a orinar en un área interna de la mezquita Estaba en estado de impureza mayor (después del acto sexual) y no quise sentarme contigo sin haberme purificado. Él dijo: "Alabado sea Al-lah, el creyente no impurifica. Al Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- se le trajo un niño pequeño que se orinó sobre su túnica, así que el Mensajero de Al-lah tomó agua y humedeció la parte de su túnica que se había mojado de orine. Déjenlo y vertan sobre su orina un cubo de agua, pues ciertamente fueron enviados con la facilidad y no fueron enviados con la dificultad. Él no es impuro ya que constantemente está alrededor de ustedes. La orina de la niña se lava, y la del niño se salpica con agua. Se frota, se lava con agua, se seca, luego puede llevarlo al rezar. Basta con limpiarte la sangre, sus manchas en la ropa no afectan. Si alguien pisa alguna impureza debe purificar su calzado con tierra.