عن أنس بن مالك رضي الله عنه قال: «جاء أعرابِيُّ، فبَالَ في طَائِفَة المَسجد، فَزَجَرَه النَّاسُ، فَنَهَاهُمُ النبِيُّ صلى الله عليه وسلم فَلمَّا قَضَى بَولَه أَمر النبي صلى الله عليه وسلم بِذَنُوب من ماء، فَأُهرِيقَ عليه».
[صحيح] - [متفق عليه]
المزيــد ...
Narró Anas Ibn Malik, que Al-lah esté complacido con él, “Llegó un beduino y se puso a orinar en un área interna de la mezquita y la gente lo empezó a recriminar. El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, reprobó la recriminación, y en cuanto el beduino terminó de orinar, ordenó que traigan un recipiente grande con agua y lo echen sobre la orina.”
[Hadiz auténtico (sahih)] - [Registrado por Al-Bujari y Muslim]
Entre las características de los beduinos se encuentra la terquedad y la ignorancia por estar alejados de las enseñanzas reveladas por Al-lah a Su Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Mientras se encontraba el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con sus compañeros en la mezquita del Profeta, vino un beduino y se puso a orinar en un área interna de la mezquita, creyendo que era un espacio sin uso, por lo que los compañeros del Mensajero se enojaron, pues la mezquita es un lugar honrado, y lo recriminaron. No obstante, el de los mejores modales (el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), aquel que fue enviado para albriciar y facilitar las cosas, impidió que lo recriminen porque conoce el carácter de los beduinos y además debía evitar ensuciar más áreas de la mezquita, su cuerpo o su vestimenta, y para no causarle algún daño al beduino, al no dejarlo terminar de orinar. Asimismo, para que acepte el consejo y la enseñanza que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se disponía a darle. Finalmente ordenó a sus compañeros limpiar el lugar donde orinó echando agua sobre la orina.