¡Ya no habrá sufrimiento para tu padre a partir de hoy! Abderrahman Ibn Abu Bakr As-sidiq, Al-lah esté complacido con él, entró a ver al Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, mientras se encontraba en su lecho de muerte recostado sobre mi pecho. Abderrahman tenía un ‘siwak’ tierno (cepilla de rama natural) entre los dientes. El Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, dirigió su mirada hacia ese ‘siwak’. El Mensajero de Al-láh (que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él) falleció con la cabeza apoyada entre mi pecho y mi cuello. Cuando su alma partió (de su cuerpo), olía como el mejor aroma que he olido. Estábamos las esposas del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con él y se presentó Fátima, Al-lah esté complacido de ella, andando de la misma forma que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. ¡Manden a Abu Bakr que presida como imam la oración con la gente! ¿Acaso no me relatarías sobre la enfermedad del Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él-?" Dijo: "Claro que sí. Empeoró la salude del Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- y entonces dijo: "¿Acaso la gente ha hecho la oración?. Dijimos: "No te están esperando. ¡Oh Al-lah, perdona mis faltas y concédeme tu misericordia y guárdame un lugar en lo más alto del paraíso con los mejores de tu creación!