عَنْ أَبِي هُرَيْرَةَ رضي الله عنه أَنَّ رَسُولَ اللهِ صَلَّى اللهُ عَلَيْهِ وَسَلَّمَ قَالَ:
«أَلَا أَدُلُّكُمْ عَلَى مَا يَمْحُو اللهُ بِهِ الْخَطَايَا، وَيَرْفَعُ بِهِ الدَّرَجَاتِ؟» قَالُوا بَلَى يَا رَسُولَ اللهِ قَالَ: «إِسْبَاغُ الْوُضُوءِ عَلَى الْمَكَارِهِ، وَكَثْرَةُ الْخُطَا إِلَى الْمَسَاجِدِ، وَانْتِظَارُ الصَّلَاةِ بَعْدَ الصَّلَاةِ، فَذَلِكُمُ الرِّبَاطُ».
[صحيح] - [رواه مسلم] - [صحيح مسلم: 251]
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Abu Huraira —que Al-lah esté complacido con él— narró que el Mensajero de Al-lah —la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él— dijo:
«¿Quieren que les indique algo con lo que Al-lah borra los pecados y los eleva a ustedes en grados?». Dijeron: «¡Claro que sí, oh Mensajero de Al-lah!». Respondió: «Hagan la ablución de manera completa, a pesar de las dificultades; den muchos pasos hacia las mezquitas, y esperen la próxima oración después de la actual. Eso es "ar-ribat"».
[Hadiz auténtico (sahih)] - [Registrado por Muslim] - [صحيح مسلم - 251]
El Profeta —la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él— pregunta a sus compañeros si quieren que les indique una acción que causará el perdón de sus pecados y los borrará del registro de los ángeles, y elevará sus rangos en el paraíso.
Los sahaba responden de forma afirmativa, y él les dice:
Primero, que completen y perfeccionen la ablución, a pesar de dificultades como el frío, la escasez de agua, dolores corporales y la alta temperatura del agua.
Segundo, que aumenten sus pasos o zancadas hacia la mezquita por la distancia a la que se halla su casa o por la frecuencia de los rezos.
Tercero, que esperen el tiempo de la oración con el corazón puesto en ella, se preparen para ella y permanezcan sentados en la mezquita esperando el rezo en congregación. Y si ya han rezado, que esperen allí la siguiente oración.
Después, el Profeta —la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él— les aclara que esas acciones constituyen el verdadero «ribat» (protección de los límites con el enemigo) porque bloquea las vías del Demonio, ayuda al creyente a vencer sus deseos e impide que haga caso a los susurros del Demonio en su interior. De esta manera, los partidarios de Al-lah obtienen la victoria sobre el ejército del Demonio; y esa es la gran lucha en la causa de Al-lah, la cual está al nivel del acecho o la vigilancia para defender la frontera de ataques enemigos.