Que un musulmán vino al Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, mientras éste se encontraba en la mezquita, y dirigiéndose a él le dijo: "Oh Mensajero de Al-lah, he fornicado. Ha mostrado un arrepentimiento que si se repartiera entre setenta personas de Medina les alcanzaría a todos. ¿Acaso hay algo mejor que el hecho de que ha sacrificado su alma por Al-lah, Ensalzado y Excelso? Vino ante el profeta –la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- una mujer de la tribu de Yuhaina embarazada producto del adulterio. Los judíos se acercaron al Mensajero de Al-lah y le contaron que: Un judío y una judía han cometido adulterio. El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, fue preguntado por el caso de la esclava que haya fornicado y no se haya casado.