عن أنس رضي الله عنه أن رسول الله صلى الله عليه وسلم كان إذا أوى إلى فراشه، قال: «الحمد لله الذي أطعمنا وسقانا، وكفانا وآوانَا، فَكَمْ مِمَّنْ لا كَافِيَ له وَلاَ مُؤْوِيَ».
[صحيح] - [رواه مسلم]
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Se transmitió de Anás, Al-lah esté complacido con él, que dijo: “Cuando el Profeta, Al-lah le bendiga y le dé paz, se retiraba a su aposento, decía: ‘Al hamdulillahil ladhí atamaná wa saqána, wa kafána wa awána’. (¡Alabanzas para Al-lah, Aquel que nos ha dado de comer y de beber. Y que nos ha dado lo necesario y nos ha albergado!). ¿Pues, cuántos hay que no tienen quien satisfaga sus necesidades, ni quien los albergue?”
[Hadiz auténtico (sahih)] - [Registrado por Muslim]
El Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, cuando se disponía en su lecho a dormir solía decir: ¡Alabanzas para Al-lah, Aquel que nos ha dado de comer y de beber, y nos ha dado lo necesario y nos ha dado cobijo! ¡¿Pues, cuántos hay que no tienen quien cubra sus necesidades ni les dé cobijo? Con ello, alababa a Al-lah, Ensalzado y Majestuoso, que le ha dado de comer y beber, ya que, si Al-lah no quisiera facilitarte estos alimentos, no habrías podido disfrutar de ellos. Así pues, hay que agradecerle a Al-lah y alabarlo por todo el alimento y el cobijo que nos concede. Es, por lo tanto, necesario que el musulmán repita estas palabras cuando se introduce en su cama.